Una vez que se ha elegido el lugar y verificado los niveles y pendientes, se procede a la excavación. Este trabajo se pude efectuar de dos maneras: mecánicamente, con una máquina retroexcavadora, o con herramientas de mano. El primer método solo se puede usar si hay espacio suficiente para maniobrar este tipo de máquinas.

Se cubre todo el fondo del hueco con una solera de 20 cm de grava para la nivelación del terreno y el asentamiento de la piscina.

Se realiza el molde de la piscina mediante un tabicación perdido de ladrillo de hueco doble.  

Se procede a la construcción de los muros de un pie (25 cm) de ladrillo macizo enfoscado por su cara interior, coronado mediante un ensanchamiento de 50 cm para la formación de la base de apoyo de la albardilla. Los muros se refuerzan con varillas corrugadas de 6 mm cada 5 ó 6 filas.

Colocación de la albardilla, piezas prefabricadas antideslizantes de un ancho de 50 cm. Instalación de Depuración enterrada o elevada.